Una Wedding Planner, sí!!



Cuando mi esposo y yo decidimos que queríamos casarnos fuera de la ciudad en que vivimos, una amiga me recomendó contratar sí o sí una wedding planner. Lo estuve pensando por unos días y después de una minuciosa búsqueda tomamos la mejor decisión de toda la organización de la boda: contratar a Marce. Hoy quiero compartir las dos experiencias de peso que me llevaron a dedicar una parte del presupuesto a este tema. 

Dos amigas se casaron el año previo a que mi novio me entregara el anillo. La primera de ellas, tuvo su fiesta en la misma ciudad en la que vive; fue una boda increíble. A todos los invitados de la novia nos citaron en su casa a un elegante desayuno buffet mientras ella se alistaba para tan mágico momento. Después la acompañamos a la iglesia, la cual estaba arreglada con muy buen gusto, no le faltaba ni sobraba una flor. El lugar de la fiesta fue un lujoso y antiguo hotel de la ciudad, con un banquete magnífico, cada bocado era un placer para los sentidos. La boda fue perfecta. Sin embargo... el proceso para llegar a ese día fue desastroso. Dos semanas atrás mi amiga tuvo que ir a varias sesiones con el psicólogo e incluso tomar calmantes. Ella estaba de tan mal humor todo el tiempo que no disfrutaba nada de su vida cotidiana desde tres meses antes, porque le agobiaba que incluso que el mal tiempo le pudiera arruinar su gran día. No gracias, eso no quería para mí.  

El otro caso, fue mi amiga que tuvo una boda destino. Se casó también junto al mar. Ella es una magnífica organizadora y una excelente administradora. Buscó proveedores, la mejor locación para su fiesta, llevó a un sacerdote desde una ciudad lejana, se encargó de absolutamente todo. Cuando la vimos días antes de la boda, ella estaba satisfecha, tranquila y muy emocionaba por lo que se acercaba. En la fecha de la boda, volamos hacia allá, nos arreglamos en nuestro hotel  y fuimos hacia el lugar marcado en la invitación. Desde la distancia ella llegó con su mamá del brazo y como si fuera película su cara pasó de emoción a enojo en segundos cuando estuvo cerca del altar; el arreglo era otro al que ella había soñado. Las horas siguientes todo fue así. Incluso, en su baile de novios no pudo contener el llanto por todo lo que había salido distinto a lo planeado. Por supuesto que a mi me encantó la experiencia, cene rico, bailé mucho y estoy segura de que todos pasamos un momento increíble en aquella noche estrellada junto al mar. Pero ella no lo vivió ni recuerda así. Ella tenía una idea distinta que coordinó minuciosamente a kilómetros de distancia. Definitivamente tampoco quería pasar por la misma situación. 

Por ello, consideramos que una persona de Huatulco sería de enorme utilidad para encontrar los proveedores correctos de acuerdo a nuestro presupuesto. Y por supuesto, para disfrutar de todo el proceso de planeación. De esa manera, podríamos disfrutar de todo el año previo a la preparación sin enojos, sin sobresaltos y el día de la fiesta sin desafortunadas sorpresas. Así, tras leer recomendaciones, leer la página de Bodas Huatulco, y entrar a su blog, contacté a Marce Villaseñor y acordamos una cita aprovechando que estaba de viaje de negocios en mi ciudad. Entre un rico café, Marce nos comentó todo lo que necesitábamos saber para hacer posible nuestra idea de boda. Me encantó su profesionalismo, organización y pocos días después la llamamos para decirle que sí, que sí queríamos trabajar con ella y que nos encantaría que fuera nuestra coordinadora de boda. Al día de hoy, les puedo decir súper convencida que hicimos una estupenda mancuerna, y que sí, una wedding planner es una excelente idea.

Hasta pronto y espero sigas disfrutando la planeación de tu boda. 



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